Colaboración especial

De nuevo estamos con vosotros. Solo voy a copiar y pegar un correo que nos ha enviado nuestro compañero Jaime Ordóñez. Sobran los comentarios así que leed con tranquilidad.
Gracias por tu colaboración. Esperamos que tú y los demas mandéis algo nuevo.


¡Hola Comisión! Soy Jaime Ordóñez. Acabo de leer vuestro correo y ya había hecho el ingreso para la cena, pero no he puesto el concepto que vosotros pedís. Mi nombre aparece solo como ordenante del ingreso y en el concepto he puesto cena Maristas 25 aniversario. Espero que no sea un problema.

Aprovecho la metedura de pata para volveros a expresar mi gratitud y felicitación por el espléndido y durísimo trabajo de organización e investigación -qué buenos detectives privados- que estáis llevando a cabo. Me imagino que estará siendo un esfuerzo homérico y en algunos casos una labor de “reconstrucción arqueológica”. Gracias por embarcarnos en este entrañable y emocionante viaje en el tiempo. Vuestro trabajo es impagable. Gracias de todo corazón.

Por otra parte, permitidme una humilde sugerencia. Puesto que muchos de nosotros llevamos 25 años sin vernos, es muy posible y probable que no recordemos los apellidos (y menos los nombres) de muchos de los compañeros y otros estarán o estaremos irreconocibles (la alopecia ha campado a sus anchas). Para evitar tener que estar toda la noche preguntando o disimulando -por no recordar- propongo, que lancéis la iniciativa de que vayamos con una tarjeta o pegatina o chapa o identificación con nuestro nombre y apellido. Como si estuviéramos en un congreso. Todos identificados. Se lo puede hacer cada uno. Lo importante es que se vea claro y se lea a media distancia (vamos que no haya que echarse encima para distinguir el nombre). Creo que esta medida podría evitar muchas confusiones e interrogatorios. Y agilizaría el “juego” inicial de reconocimiento, Además de facilitar la comunicación. Bueno, solo es una sugerencia. La dejo en vuestras sabias manos.

Y ahora, una opinión. Veo que en el blog dais la opción de votar si se quiere que vayamos acompañados de nuestras parejas, novias/novios, esposas/esposos, parientes/parientas, amantes y/o todo tipo de derivados y sucedáneos (es broma). Bien, es una votación democrática y por tanto, será absolutamente justo y respetable la decisión que adopte la mayoría. Un hombre/mujer, un voto. Aún así no puedo evitar hacer una reflexión -en voz alta- sobre este tema y que cada cual saque sus propias conclusiones. Hace 25 años que acabamos en los Maristas. Muchos de nosotros llevamos ese tiempo sin vernos: 25 años. De modo que el 18 de Abril volveremos a encontrarnos con algunos con los que compartimos doce años de nuestra vida, con otros que nos acompañaron en una parte de ese trayecto y con algunos que lo hicieron en ese último año decisivo e intenso que supuso la despedida del colegio y de una etapa imborrable de nuestra vida. Tantos años, tantos días, tantas horas juntos dan para muchos recuerdos, anécdotas y momentos compartidos inolvidables. Creo que esa noche es para compartir todo ese bagaje entre nosotros. Y darnos un baño de nostalgia salpicada de risas. Es una oportunidad única que ha sido posible gracias a vuestro ímprobo trabajo. No veo, sinceramente, la necesidad de ir acompañado en ese viaje. Es la noche para nosotros. Nada más. Dicho queda. Aunque creo que está ganando apabulladamente el “no” a ir con las parejas.

Siento que hasta ahora no haya podido hacer muchas aportaciones, pero estoy metido hasta el cuello en la producción, organización, coordinación, promoción e interpretación (ya no quedaba más palabras terminadas en “ón”) de un Auto Sacramental que voy a representar este sábado próximo -27 de Marzo- en la Colegiata de Santa María la Mayor de Antequera. Supongo que ya sabréis casi todos que finalmente -y tras varios años de titubeos en otras cosas- me decidí por dedicarme a lo siempre había querido ser: actor. De hecho, los Maristas fue mi primer escenario; los profesores, mis primeros personajes; y vosotros, mi primer público. Y en honor a la verdad debo reconocer que erais un público fantástico. Para aquellos que no me hayan reconocido -en unos casos por el cambio físico natural y en otros por la transformación interpretativa- os mando unos enloces de youtube para que os divirtáis un poco y apreciéis mi capacidad camaleónica (igual que en los Maristas).

Para empezar mi trabajo más reciente. Una imitación de Robert de Niro en “La hora de Jose Mota” (La Primera). Es una escena de la película “Heat” y el sketch está escrito por mí.

http://www.youtube.com/watch?v=Uu5VyXmKJ-Q

Ahora Jose Mª Iñigo en una parodia de su famoso programa “Directísimo” de nuestra época más infantil, cuando la televisión se hacía en blanco negro ¿Quién no recuerda a Uri Geller? Otra vez en “La hora de Jose Mota”.

http://www.youtube.com/watch?v=dG_HdympNpU

Esta vez, Charlton Heston en una parodia surrealista de una de las escenas de la película “El Cid”: la muerte de Rodrigo Díaz de Vivar. Este sketch también fue guionizador por mí. Es de la etapa de “Cruz y Raya”. Y como siempre con mi compañero artístico: Jose Mota.

http://www.youtube.com/watch?v=HrCctZFBaYE

Ahora al natural. Sin postizos, ni caracterizaciones...y ¡con mi voz! Interpretando a un conductor de un vehículo en el futuro. Vaya futuro… Otra vez para “La hora de Jose Mota”.

http://www.youtube.com/watch?v=0Az0-8hHlEQ

Esto tampoco es imitación. Pero creo que merece la pena. Es un montaje trepidante con los mejores momentos del personaje que hacía en “Aquí no hay quien viva”. Sí, ese que hablaba tan deprisa era yo.

http://www.youtube.com/watch?v=Q1ixSywL50w

Bueno, espero no haberme pasado adjuntando enlaces y que esto os haga pasar un rato divertido. Antes de terminar, queridos amigos, he estado investigando en los baúles olvidados para encontrar mis “posesiones” y “souvenirs” de esa inolvidable y querida etapa de nuestra vida. Y buscando encontré un verdadero tesoro. Mis escritos con las mejores frases de uno de los más singulares, carismáticos y descacharrantes profesores que pasó por los Maristas: El insigne D. Luís Vivas. Yo fui, oficialmente declarado por él, su biógrafo personal. Y aquí os dejo solo un pequeño aperitivo de dos sus perlas más preciadas:

Después de exponer una fórmula física, alguien le pregunta:

- “¿Y eso para qué sirve?”

Y Don Luís le responde:
-“A usted no sé. Pero a mí me da de comer”

Y la última. Toda una declaración de misoginia (en clave de humor). Que me perdonen las compañeras, pero ahí va una de sus famosas reflexiones: “Señores, hay dos clases de mujeres: las que cobran… y las que te lo hacen pagar”

Por hoy ya es suficiente. En próximas entregas iremos añadiendo más madera.

Un abrazo a todos.

Jaime Ordóñez