Hola
Compañer@s os transcribimos el texto que nos ha pasado Paco Texeira. Se trata de una carta que nos ha enviado el padre Cacho.
Disfrutad de ella, recordad y reflexionad.
XXV AÑOS. CASI NÁ!
Y pareciera que fue ayer, aunque realmente fue…antes-de-ayer.
Buenas tardes, manitos.
Hoy, cuando el mundo está hablando y pasando imágenes de la fiebre porcina en México (de hecho, acabo de enterarme que antesdeayer murió un amigo joven que conocí en una Misión, y apenas hace una hora nos comunicaron que ha fallecido un señor de 50 años de nuestra parroquia), acabo de enterarme que tuvieron su fiesterita de 25 años. Y en vez de “mosquearme” porque no me hayan invitado, mejor prefiero platicar un ratito con Ustedes, si gustan, claro.
¿Permisito?
¡¡¡XXV AÑOS!!!
Cuántas experiencias, cuántas lágrimas, cuántas crisis, cuantísimos buenos ratos, cuantísimas ideas, muchas de ellas ya realizadas y otras que se quedaron en el país del olvido o en las nubes de los sueños.
Cuántos enamoramientos.
Cuántas clases.
Cuántos exámenes (y perdón por nombrar esas palabras a estas alturas).
Cuántas confesiones, y misas vivas, y crisis de fe, y…
Cuántos años.
Cada uno de Ustedes, ahora sí, ya son una historia ambulante.
En aquéllos tiempos eran apenas unos pollitos que aprendían a caminar tropezándose, y a volar con sueños altos y alas algo cortas.
Pero, ahorita, a día de hoy, son personas, ciudadanos, cada quien con sus cicatrices y sus medallas.
Me vienen a la mente varios de sus rostros, de sus historias personales.
Y le doy gracias a Dios y a ustedes porque, digámoslo a calzón quitado, el caminar con ustedes me enriqueció bastante.
Con Ustedes aprendí a reír más fuerte y a llorar más desde dentro.
Con Ustedes aprendí el valor de una palmadita en el hombro con cariño.
Con ustedes aprendí…a llevar el Evangelio a pie de calle.
Con ustedes aprendí a ser Misionero.
¿Y qué es de Ustedes?
Yo, gracias a Dios y a su misericordia, sigo siendo misionero pasionista, desde hace 15 en México, y me siento testigo privilegiado de las maravillas que hace Dios, sobre todo en los más humildes y fregados de esta sociedad.
En mi mente todavía bailan y bullen ideas algo “fuertes” con sabor a Evangelio.
En mi cabeza, algunas ideas y…pocos pelos.
En mi corazón todavía hay un hueco especial para Ustedes.
Sigo tomando fotografías, y quizá en el 2010, cuando iré de vacaciones a España, ponga una exposición o hagamos un libro fotográfico. Ando en conversaciones con los de la FUNDACIÓN MÁLAGA.
Un poquito más de mi situación y chamba actual:
después de estar durante 10 años como responsable de la Formación de nuestros seminaristas en su primer año, me pusieron como responsable del equipo misionero, en el que trabajamos 2 padres y…como 100 laicos. Una chulada, vamos.
Para que no anden equivocándose, les comento que tengo 59 años.
Ah, y si alguien de ustedes se quiere amargar la vida, aunque ya no trabajo en el teléfono de la Esperanza, creo que se la podría endulzar algo, porque mi cuerpo está cargadito de azúcar.
Sigo con mis afanes de comunicación por la escritura/fotografía. Y prueba de ello es una revista que publicamos cada 3 meses, bajo el título de “aPASIÓNate”, y de la que llegan a Málaga 86 ejemplares/suscripciones.
Vivo en la ciudad más grande y…más contaminada del mundo, el Distrito Federal, como sus 22 ó 24 milloncetes de personas…(¡qué diferencia si fueran de euros, ¿verdad?). Aunque la mitad del año me la paso viajando por el tema de las misiones.
Ah, y ya soy mexicano…aunque debo confesarles por lo bajinis que un cachito de mi corazón quedó y sigue vivo en Málaga la tan bella como gitana.
Bueno, pues creo que ya estuvo suave.
Los dejo, con un abrazo y mil felicitaciones.
Y veinticinco millones de buenos deseos para ustedes, para sus matrimonios y para sus hijos.
¡Que Diosito Lindo me los bendiga a todos!
Atte.,
Cacho (cachocp@gmail.com)